A NICE MEMORY

Hoy 16 de Mayo a los dos grupos de 4° ESO por fin nos hacían las fotos para la orla. Con los nervios de si iba a salir bien o mal en dicha foto, tardé bastante en arreglarme el pelo lo que me supuso faltar a primera hora de la mañana y perderme la clase de ética. Al llegar al colegio con el pelo intacto y muy repeinado lo primero que hice fue dirigirme al patio para la ceremonia que le dedicamos a la virgen todas las mañanas de Mayo que no duran más de diez minutos.
Al dejar la mochila en la clase me apresuré al baño a comprobar que mi pelo seguía intacto para la foto, aunque de todas formas llevaba conmigo un cepillo de pelo por si las moscas.
No me hizo falta entrar al cuarto de baño para darme cuenta que ahí había un escuadrón entero de soldadas alistándose para algo importante. Había entre 8 y 13 niñas la mayoría de ellas de 4°B maquillándose y peinándose, yo intenté entrar, pero la cosa estaba difícil habían formado un coro alrededor de todas esas bolsas de maquillaje, una peinaba a la otra, una misma base para el rostro podía haberse llegado a utilizar unas siete veces para cuatro chicas distintas de aquel temible servicio.
Cuando me quise dar cuenta conseguí acercarme al espejo y si no fuera porque me puse de puntillas no habría alcanzado a verme y repeinarme un poco. Pasado un rato algunas de  las chicas comenzaron a ponerle un poco de drama al asunto de la foto.
-Qué fea voy a salir, no sé qué cara voy a poner cuando la cámara esté delante mía.
-A ver, vamos a prácticar delante del espejo la sonrisa.
Mientras algunas seguían retocándose la cara y las pestañas había otras que seguían preocupadas por el tema de la sonrisa.
- A ver... es que no sé si enseñar dientes o sonreír con la boca cerrada
- Si sonríes enseñando dientes saldrás más guapa.-Dijo una que se estaba peinando en ese momento.
- Ya, pero tampoco quiero que parezca muy ortopédico... Sólo espero no cerrar los ojos mientras sale el flash.
Mientras toda esa tertulia y debate de "cómo salir perfecta en la foto y que dentro de unos años no se rían de mí" seguía, yo me dedicaba a observarlas y pensaba que uno no se puede obsesionar o darle mil vueltas a una imagen que todos verán.
Sin embargo las comprendía y me identificaba con ellas porque tuvimos que pagar un cierto precio por aquella fantástica sesión fotográfica y por dicho coste yo también me esmeré en su momento para salir decentemente y que en un futuro digan "anda mira la rubia ésta qué guapa" .
Me sorprendió lo rápido que terminaron todas de arreglarse, quejarse y piropearse. Más tarde los dos grupos salimos al patio porque Maldonado, que era el fotógrafo, quería hacernos unas fotos con nuestras tutoras para que cada uno de nosotros tuviéramos un bonito recuerdo en el futuro.
Después de eso, 4°B comenzó con la sesión para la orla. Pasada una media hora más o menos proseguimos nosotros, 4°A. Yo fui una de los últimos en hacérsela... cuando terminó conmigo me enseñó las fotos desde su cámara y me encantaron, pero sobre todo una que salía de lado.
El fotógrafo me cayó muy bien porque después de terminar a dos compañeros míos y a mí nos dio una pequeña charla de lo que es el futuro y el esfuerzo que conlleva salir adelante. También nos dijo que haría todo lo posible en seleccionar correctamente todas las fotos que nos había hecho y retocarlas bastante para que todos saliéramos muy guapos sin granos y sin brillos en las gafas para los que las llevaban.
Cuando me reuní con las demás niñas, todo el drama y los nervios habían desaparecido de sus caras ya que les había encantado su sesión fotográfica. Tanto malgasto de saliva para nada... menudas exageradas. Lo bueno es que somos y seremos la generación de alumnos más guapos que ha tenido el colegio.
Al llegar a casa me di cuenta de lo poco que queda para nuestra despedida. Hoy ha sido la foto con la que nos recordarán pasando por el pasillo y dentro de un mes será nuestra graduación. He pasado cinco años bastante buenos y divertidos en este colegio que nunca
olvidaré incluso todavía recuerdo perfectamente mi primer día aquí, pero eso ya es otra historia muy larga.
Espero que os haya gustado esta mañana que he pasado hoy y una de las pocas que me quedan.
La verdad es que ver a las mujeres arreglándose es un verdadero show... quién hubiera nacido hombre para ser tan simple y sin complicaciones, que con un simple pelado se conforman.
Un saludo.